

El presidente viajó acompañado por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el ministro de Defensa, Luis Petri; y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. También está prevista la participación de la titular de Seguridad, Patricia Bullrich, quien debe cumplir agenda en la Ciudad de Buenos Aires.
Se trata de una idea del mandatario que viaja para entrevistarse con la generala, quien se encuentra en la Patagonia cumpliendo una de las actividades de su abultada agenda. En Ushuaia, Richardson visitó al personal militar local para conocer sus misiones y el papel que desempeñan en la salvaguardia de rutas marítimas.
Luego de que el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, anticipara que no recibiría a Richardson, desde la administración libertaria accionaron y resolvieron viajar para evitar el desplante.
“No vamos a recibir formalmente, oficialmente y de ninguna manera a la Jefa del Comando Sur de los Estados Unidos porque realizan prácticas militares junto a Gran Bretaña de Atlántico Sur”, sostuvo el mandatario provincial al respecto.
El tema clave del encuentro: el accionar de la base espacial china instalada en la Patagonia que opera bajo el permanente monitoreo de Beijing. En la previa a la reunión, la administración libertaria anticipó los deseos de avanzar en una inspección técnica de los contratos que rigen su funcionamiento.
“Hay algo raro con los contratos de la base. Se les dio un territorio donde prácticamente la Argentina no puede entrar”, precisó una altísima fuente sobre la Estación de Espacio Lejano, ubicada al norte de Bajada del Agrio, antes del puente del río Salado sobre la ruta provincial 33, en la denominada Pampa de Pilmatué.
Richardson llegó al país el martes 2 de abril, en su tercera visita a la Argentina, para cumplir con una abultada agenda. El miércoles hizo oficial la transferencia de un nuevo avión Hércules C-130H a la Fuerza Aérea tras una reunión con Petri, y luego, fue recibida por Nicolás Posse y una delegación de funcionarios.
Durante el convite, el Gobierno le manifestó su intención de realizar una visita a la base espacial con el objetivo de avanzar en una inspección y destacó que no “hay militares alojados en la misma”.
El encuentro tuvo por objetivo promover las relaciones estratégicas en materia de defensa y reforzar la colaboración militar en post de la seguridad regional y los intereses compartidos entre ambas naciones.
Durante la reunión con la generala de cuatro estrellas del Ejército norteamericano estuvieron presentes el embajador estadounidense en el país, Marc Stanley; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Xavier Isaac. También formaron parte la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino el titular de la AFI, Silvestre Sivori y el Secretario de Estrategia Nacional, Jorge Antelo.
La llegada de la generala ha generado fuertes tensiones en la provincia. El gobernador Gustavo Melella anunció que no recibirá formalmente a Richardson debido a las prácticas militares conjuntas que Estados Unidos realiza con Gran Bretaña en el Atlántico Sur, una postura que refleja el descontento local con la presencia militar extranjera en la región.
El interés repentino de Estados Unidos en el Polo Logístico Antártico marca un cambio significativo en su política regional. Este interés se atribuye, en parte, al cambio de gestión nacional en Argentina, pero principalmente se vincula con la oposición estadounidense a la construcción del puerto multipropósito en Río Grande que cuenta con avales chinos.
En este contexto, la presencia de Richardson en Argentina aviva la tensión diplomática entre países y pone de manifiesto la importancia estratégica de Tierra del Fuego como punto de acceso a la Antártida, así como los intereses encontrados que gravitan en torno a esta región polar.