

Desde las organizaciones sindicales señalaron que la convocatoria tiene como eje la defensa de la democracia, los derechos de los trabajadores y las libertades individuales, en un contexto donde consideran que estos valores están en riesgo.
Entre los gremios que confirmaron su participación se encuentran:
ATE (Asociación Trabajadores del Estado).
SUTEBA (Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires).
La CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma.
Sindicalistas de la CGT y otros sectores del movimiento obrero.
Según referentes sindicales, la marcha es una respuesta a discursos y medidas gubernamentales que consideran regresivas en términos de derechos laborales y sociales.
El llamado a la movilización se da en un escenario de creciente tensión entre el gobierno nacional y los sectores gremiales, con reclamos por el impacto de políticas de ajuste, reformas en las leyes laborales y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
En este marco, las organizaciones convocantes sostienen que es fundamental visibilizar el rechazo a iniciativas que, según afirman, atentan contra las conquistas históricas del movimiento obrero y los sectores populares.
«No vamos a permitir que se avasallen los derechos que tanto nos costó conseguir», expresaron desde ATE.
La convocatoria generó diversas reacciones en el ámbito político y social. Mientras que sectores opositores al gobierno respaldan la marcha como un acto de resistencia democrática, desde el oficialismo la calificaron como una movilización partidaria que busca debilitar la gestión.
Asimismo, referentes de organismos de derechos humanos y movimientos sociales también anunciaron su participación, remarcando la importancia de preservar las garantías democráticas y rechazar cualquier forma de autoritarismo.
Los gremios bonaerenses destacaron que la movilización del sábado será una muestra de unidad en defensa de los derechos laborales y la democracia, convocando a trabajadores, militantes y ciudadanos en general a sumarse a la manifestación.
Con un fuerte respaldo sindical y social, la marcha promete ser una de las expresiones más contundentes de rechazo a las políticas que, según sus organizadores, buscan limitar derechos y fortalecer un modelo de exclusión.