

El Senado de la Provincia de Buenos Aires aprobó la suspensión de las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) en una sesión especial convocada con la propuesta del gobernador Axel Kicillof como único tema a debatir. La media sanción se logró prácticamente por unanimidad pero la discusión no estuvo exenta de tensos cruces por las internas en el peronismo bonaerense, que por ahora avanzará con el plan de desdoblamiento de las elecciones.
Con la media sanción al proyecto kicillofista que busca suspender las PASO para el año en curso, que posee el apoyo de casi todos los espacios representados en la Cámara Alta local, se avanza en el armado del cronograma electoral. La aprobación se dio con el apoyo de prácticamente todos los presentes; ahora, la propuesta espera tratamiento en Diputados, previsto para la semana próxima.
La suspensión de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) fue impulsada por el gobernador Axel Kicillof, quien propuso desdoblar las elecciones de la provincia para evitar que coincidan con las nacionales. La medida fue apoyada por la mayoría del Senado bonaerense, aunque con algunas diferencias internas dentro del bloque de Unión por la Patria (UP). En el Senado, la votación favoreció al proyecto del gobernador con más de dos tercios del cuerpo legislativo. Sin embargo, la votación fue el resultado de una resolución política interna, especialmente después de que Cristina Fernández de Kirchner, presidenta del Partido Justicialista (PJ), se pronunciara a favor de la suspensión de las PASO, a pesar de criticar el desdoblamiento electoral.
El proyecto aprobado en el Senado excluyó ciertos aspectos propuestos por Kicillof en relación con los plazos para la presentación de listas y boletas, lo que había generado preocupación en varios bloques. En la votación, se eliminaron los artículos que modificaban los plazos para la presentación de listas de candidatos y boletas, limitando la discusión a la suspensión de las PASO para el año 2025. El rechazo a modificar estos plazos refleja un intento por mantener el calendario electoral tal como está, sin crear más incertidumbre en el proceso.