Esta es la paz de Cristo, una paz desarmada y también perseverante, proveniente de Dios que nos ama a todos incondicionalmente. Ahora conservamos en nuestros oídos esa voz siempre valiente del papa Francisco que bendecía Roma y bendecía al mundo entero esa mañana del día de Pascua.
Estamos todos en las manos de Dios, por lo tanto, sin miedo, de la mano con Dios, vayamos adelante, seamos discípulos de Cristo, que nos precede y necesita de su luz.
La humanidad necesita de él para ser alcanzado por su amor. Tenemos que construir puentes para ser todos un solo pueblo en paz. Gracias al papa Francisco.
Quisiera agradecer a todos los hermanos cardenales que me eligieron para ser el sucesor de Pedro y caminar con ustedes, para trabajar unidos sin miedo y proclamar el evangelio y ser misioneros.
Soy un hijo de San Agustín, agustiniano, en este sentido podemos todos caminar juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado. A la Iglesia de Roma un saludo especial.
Tenemos que ser una iglesia misionera que construye puentes, diálogo, dispuestos a recibir a todos, sin distinción".
El papa León XIV habla en español
El pontífice también se permitió un saludo en español, a la diócesis de Chiclayo, en donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo y ha dado tanto para ser la Iglesia fiel de Jesucristo.
“A todos ustedes, hermanos y hermanas de Roma, Italia y todo el mundo queremos ser una iglesia sinodal, que camina, que busca siempre la paz y la caridad y estar cerca de los que sufren.
A la virgen de Pompeya, a nuestra madre María que siempre camina con nosotros y quiere siempre ayudarnos con su intercesión y amor.
Recemos juntos por esta nueva misión y por la paz en el mundo. Y pidamos esa gracia especial".
Luego pidió rezar a la virgen, hizo una oración y bendijo a todos los que estaban en la plaza de San Pedro, que se calcula eran más de 50.000 personas.