

La jueza María Servini ordenó el allanamiento, desde las 11 de este jueves, del edificio Centinela de Gendarmería Nacional para secuestrar la pistola lanzagases que utilizó el gendarme Héctor Guerrero en la marcha de los jubilados al Congreso del 12 de marzo pasado, en la que el fotógrafo Pablo Grillo fue herido por un disparo en la cabeza. La magistrada también pidió secuestrar 10 cartuchos idénticos a los usados ese día por el cabo.
La medida se realiza con el objetivo de reconstruir el disparo que hirió de gravedad a Pablo Grillo, informó la querella que representa a la familia en el expediente. La orden fue emitida a la División de Balística de la Policía de la Ciudad para que realice el allanamiento y registro del edificio de la Gendarmería ubicado en la avenida Antártida Argentina 1480 de la Ciudad de Buenos Aires.
Según consignó el juzgado en la orden de allanamiento “las características de dicha arma (son) las siguientes: pistola lanza gases cuya marca sería «Federal y Halcón», con munición calibre 38.1MM, modelo «Unic Tipo Lanzagases», serie n° 00660”. Esa información se desprende de un listado aportado por la propia Gendarmería en el expediente y que se trata “la que fuera utilizada por Héctor Jesús Guerrero en aquella ocasión”.
Asimismo, el juzgado indicó que en caso de no hallarse, se secuestre una pistola de idénticas características.
Por último, la jueza solicitó que se secuestre la Información Administrativa 01/25 que fuera iniciado por la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) el 17 de marzo, para determinar el estado de revista actual del cabo Guerrero y conocer el resultado de las medidas que se realizaron.
Además, la orden implica el allanamiento de todas las instalaciones interiores, habitaciones, depósitos, anexos, oficinas y locales ubicados dentro del Edificio Centinela.
Pablo Grillo pasó casi tres meses en terapia intensiva luego de ser gravemente herido por el disparo que recibió en la cabeza y desde hace pocos días comenzó una nueva etapa en la recuperación: el fotógrafo recibió el alta en el Hospital Ramos Mejia, está desde el viernes 6 de junio en el Manuel Rocca. Su familia pidió tener “mucha paciencia”.
“Arrancó con el proceso de rehabilitación neurológica que se basa en el principio de la plasticidad cerebral, que es la capacidad del cerebro para adaptarse y reorganizarse, creando nuevas conexiones neuronales para compensar el daño”, contó la cuenta @JusticiaPorPabloGrillo al obtener el primer parte desde que fue trasladado. La intervención que atravesará Pablo es multidisciplinaria con participación de distintos profesionales.
Pablo Grillo fue reprimido el miércoles 12 de marzo. Recibió el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en medio de un feroz operativo contra quienes se manifestaban de forma pacífica en el Congreso. Desde ese día, quedó internado en el Ramos Mejía, donde estuvo en coma y luego fue evolucionando.
Gracias a un trabajo coordinado por el Mapa de la Policía, se pudo identificar al gendarme Héctor Jesús Guerrero como el ejecutor del disparo. Sin embargo, la Justicia todavía no la llamó a indagatoria, tal como pide la familia de Grillo y su equipo de abogados.