

La protesta no solo reclama mejoras en los haberes -que en agosto llegarán a apenas $314.305-, sino también rechaza el veto presidencial que Javier Milei prometió aplicar sobre el proyecto de aumento aprobado por el Congreso. Los carteles resumían el clima: “El FMI no se jubila, nosotros sí”.
También se cuestiona el vaciamiento del sistema previsional y la falta de acceso a medicamentos básicos. “No se trata de un reclamo político, se trata de sobrevivir”, dijo una de las organizadoras al finalizar la jornada. Desde la convocatoria advierten que el ajuste está golpeando especialmente a los adultos mayores, uno de los sectores más vulnerables del país.
El epicentro del operativo fue el cruce de Avenida de Mayo y Montevideo, donde una columna de al menos cien personas fue interceptada por personal policial que les exigía liberar los carriles. En medio del forcejeo, comenzaron las detenciones. Según denunciaron desde organismos de derechos humanos, algunos manifestantes fueron marcados con pintura para ser identificados más tarde. La policía impidió además el ingreso a las inmediaciones del Congreso a toda persona que no fuera legislador, trabajador acreditado o prensa.