El 3 de junio pasado, el reportero gráfico recibió el alta en el Hospital Ramos Mejía y se trasladó al Manuel Rocca, donde tres días más tarde comenzó la rehabilitación. La intervención para colocarle las placas en la cabeza estaba prevista.
Pablo Grillo fue reprimido el miércoles 12 de marzo. Recibió el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en medio de un feroz operativo contra quienes se manifestaban de forma pacífica en el Congreso. Desde ese día, quedó internado en el Ramos Mejía, donde estuvo en coma y luego fue evolucionando.
Gracias a un trabajo coordinado por el Mapa de la Policía, se pudo identificar al gendarme Héctor Jesús Guerrero como el ejecutor del disparo.