

Con apenas 83 votos propios y aliados, el oficialismo logró blindar el recorte, mientras que la oposición, que había reunido 160 voluntades, no consiguió revertir la avanzada libertaria. Seis legisladores optaron por abstenerse, en un gesto que terminó favoreciendo a la Casa Rosada.
Lejos de ser un episodio aislado, el desenlace se inscribe en la política de ajuste sobre los jubilados, uno de los sectores más golpeados por la inflación y la crisis. En nombre del “equilibrio fiscal”, el gobierno de Milei consolida un rumbo que posterga cualquier recomposición real en las jubilaciones y pensiones, incluso después de meses en los que los haberes quedaron pulverizados frente a la suba de precios.