

por MARTÍN JOSÉ RIBEIRO
Los hombres de bien que se comprometen comunitariamente a ser servidores publicos, porque encontraron su vocación al servicio de los demás, deben poseer virtudes nobles, sanas, de integración, con valores que enaltezcan a las personas. No importa a que culto religioso pertenezcan, deben sacar de su interior esos valores, que hacen a las personas, disponerse al encuentro solidario para armonizarse con su prójimo.
Y esos valores son LA PRUDENCIA, LA JUSTICIA, LA FORTALEZA y LA TEMPLANZA.
Son cuatro virtudes morales de conducta enunciadas por Platón en el contexto de la tradición filosófica clásica, y que ejercieron gran influencia sobre el pensamiento de la humanidad. Especialmente en el Cristianismo. LA PRUDENCIA es la capacidad de discernir el bien verdadero en cada circunstancia, y elegir los medios adecuados para realizarlo. Implica deliberación, juicio y previsión.
LA JUSTICIA es la virtud que inclina a la voluntad a dar a cada uno lo que le es debido. Implica respeto por los derechos de los demás y la búsqueda del bien común. LA FORTALEZA es la virtud que da firmeza y constancia en la búsqueda del bien, superando los obstáculos. Da la capacidad de resistir la adversidad y afrontar el miedo. LA TEMPLANZA es la virtud que modera la atracción de los placeres y proporciona equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad.
Estas virtudes se consideran esenciales para una vida moralmente buena y para la formación del carácter. Están sujetas en relación a un segundo grupo de virtudes que son LA FE , LA ESPERANZA , y LA CARIDAD.
Las primeras cuatro se llaman virtudes cardinales y las tres restantes son virtudes Teologales, donde la caridad es el ejercicio pleno del amor.
¿Por qué todo ésto, queridos compañeros de militancia y lucha?, porque si un militante llega a ser un dirigente político, debe tener estos principios fundamentales. Sólo si se ejercen, el político y el pueblo se dignifican, caminando juntos en un país abrazando con profundo amor al prójimo . Se debe compartir esfuerzos y trabajo mancomunados , y los frutos de la justicia social se harán realidad, y se logrará ser una comunidad organizada, con un horizonte próspero.
Un buen político es aquel que, con honestidad, empatía y amplio conocimiento, ejerce un liderazgo basado en el diálogo y la autoridad democrática, capaz de tomar decisiones coherentes, gestionar recursos de forma eficaz, y conducir a la comunidad hacia objetivos compartidos, todo ello con la finalidad de crear un bien común y una sociedad más justa y equilibrada.
Un dirigente gremial, un político, un líder conduciendo un país, un hombre de trabajo esposo y padre, hombres y mujeres de bien debemos respetar estas virtudes
La honestidad es el fundamento de la confianza humana. La capacidad de comprender y comunicarse con las necesidades de la gente. Un entendimiento profundo de los mecanismos políticos, la historia, el contexto social y económico. Poder prever, entender y resolver problemáticas complejas de manera integral. Habilidad para guiar a la sociedad hacia metas específicas, orientando y movilizando a los ciudadanos. Actuar conforme a un enfoque democrático y argumentativo, en lugar de la imposición. Respetar al otro sin improperios e insultos. Ser un buen orador, comunicando con lenguaje claro desde el llano el mensaje a su pueblo
Es por esto y por un sin fin de circunstancias que tenemos que despertar conciencias, y enfocarnos en donde estamos parados con este gobierno, tomar conciencia de nuestra situación social y comunitaria, prever el futuro de nuestro hijos y nietos.
Mentiras, fraudes, estafas, robos, la Indolencia a los más necesitados y enfermos, muchos de ellos fallecidos por la falta de la presencia del estado, por no proveer medicamentos, por falta del poder adquisitivo.
Despertar conciencia, y el próximo 7 de septiembre de este 2025, tenemos la obligación de ir a votar todos nuestros representantes que reúnan la mayoría de estas virtudes y exigirles fidelidad a nuestros mandatos: trabajar por el desarrollo de leyes justas, la mejora de la calidad de vida y la reducción de desigualdades.
"Despertar la conciencia" se refiere a un proceso de transformación personal donde se busca trascender patrones limitantes y conectar una mayor comprensión de uno mismo y del mundo. Implica un cambio en la forma de percibir la realidad, pasando de una perspectiva superficial a una más profunda y consciente.
La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo.