Finalmente se conoció el documento de la reconstrucción que se realizó el pasado 11 de agosto junto con los peritos de la querella y la defensa, y que fue incorporado a la causa. En el mismo se determinó que el gendarme no disparó de acuerdo al protocolo.
La prueba demostró que si el gendarme hubiese disparado en cualquiera de esas dos formas, el cartucho de gas lacrimógeno jamás hubiera alcanzado a Pablo del modo en que lo hizo.
Guerreo fue citado a declaración indagatoria para el 17 de septiembre, por la jueza María Servini que investiga el caso. Vale recordar que los videos mostraban al policía disparar en ángulo horizontal y en dirección a las personas.
El CELS, que es querellante en el caso, recordó que esa fue una discusión central en el caso desde sus primeros días, en los que Patricia Bullrich salió a defender al gendarme y dijo que el disparo lo hizo “como indican los manuales”.
Tras una ardua investigación, se comprobó que no cumplió con el protocolo y, por ende, el disparo propinado de manera horizontal resulta sumamente peligroso para las personas.
Lenta y dificultosa recuperación
Fabián Grillo, padre del joven que permanece internado en el hospital Ramos Mejía, dijo días atrás que “ayer se le cerró el drenaje de la válvula que le habían colocado” y que en la jornada de hoy “seguramente le harán una tomografía y verán cómo evoluciona”.
Herido en un operativo represivo
Grillo resultó herido de gravedad el 13 de marzo en la Plaza del Congreso, en el marco de una protesta de jubilados acompañados por organizaciones políticas y sociales, cuando fue alcanzado por una granada de gas lacrimógeno que impactó directamente en su cabeza.
Por el hecho está en marcha una causa judicial en la que está acusado el cabo de Gendarmería Hector Guerrero, autor del disparo de gas lacrimógeno.