

La crisis económica y las políticas de apertura de importaciones implementadas por el gobierno de Javier Milei están causando un impacto devastador en la industria textil y de indumentaria argentina. Un reciente informe de la Fundación Pro Tejer reveló la pérdida de 11.500 puestos de trabajo y el cierre de 380 empresas en el sector entre diciembre de 2023 y junio de 2025.
El informe, presentado en el marco del Pro Textil 2025, expuso una radiografía crítica: la producción de textiles y prendas de vestir se contrajo un 14,5% en comparación con el mismo periodo de 2023, llevando la utilización de la capacidad instalada a niveles mínimos históricos. Las firmas que debieron bajar las persianas son, en su mayoría, pymes y negocios familiares vinculados a la confección y el calzado.
Según Pro Tejer, la debacle del sector se debe a una combinación letal de factores vinculados a la gestión económica actual:
La Fundación advirtió que la rebaja unilateral de aranceles impactó directamente en la rentabilidad, estimando un costo fiscal de US$120 millones para 2025. El impacto en el mercado laboral textil (indumentaria, calzado y cuero) se tradujo en un recorte del 10% del personal total del rubro.
Los datos de Pro Tejer se enmarcan en una crisis más profunda que atraviesa toda la industria manufacturera argentina, producto de la parálisis económica y la falta de previsibilidad.
Informes de la Unión Industrial Argentina (UIA) y el INDEC confirman este escenario:
Los gremios industriales, nucleados en la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA), denunciaron un «colapso productivo» y un inminente «industricidio», responsabilizando directamente a la combinación de apertura de importaciones, tipo de cambio no competitivo, crédito inaccesible y mercado interno paralizado. El panorama, según la CSIRA, no repunta y se traduce en suspensiones, retiros voluntarios y despidos en todo el país.
Un informe de la Confederación da cuenta de que 7 de cada 10 gremios industriales registraron suspensiones, retiros voluntarios y despidos. El impacto se cuantifica en la pérdida de 33.183 puestos de trabajo en el sector industrial manufacturero entre noviembre de 2023 y mayo de 2025. Si se incluyen la minería y la construcción, la cifra total de trabajadores asalariados perdidos en el mismo período asciende a 97.130.