La destrucción alcanzó a varias fábricas instaladas sobre la colectora Ezeiza-Cañuelas, a la altura de la calle Jujuy al 2001. El episodio comenzó con una fuerte explosión en la planta de Logischem, una empresa química que opera en la zona. La magnitud del estallido alcanzó a otras plantas fabriles de la zona. El área afectada es externa a los parques industriales de Ezeiza y Spegazzini.
La explosión de materiales químicos presentes en los galpones provocó una onda expansiva de 15 kilómetros, provocando daños severos en las instalaciones y casas de la zona. Además de quemarse fábricas, volaron vidrios en cuatro kilómetros a la redonda.
En primera instancia, la investigación quedó a cargo de Florencia Belloc, fiscal de la UFI 1 de Ezeiza. Hasta el momento, se sabe que el fuego comenzó en el recinto de la empresa Logischem y, desde allí, avanzó sobre 10 fábricas aledañas, como Iron Mountain, Larroca Minera, Almacén de Frío, Aditivos Alimentarios y Sinteplast.
La investigación deberá establecer cuáles son las causas del siniestro ya que las pericias comenzarán una vez que finalice el operativo de contención, que podría extenderse hasta el lunes. Del operativo participaron más de 500 trabajadores, junto con 70 dotaciones de bomberos, la Policía Federal y Bonaerense, y Defensa Civil, respaldados por ambulancias.