martes 15 de octubre de 2024 - Edición Nº546

Política | 28 abr 2024

Distinción

Las Madres de Plaza de Mayo le entregaron a León Gieco el Pañuelo Blanco

Las Madres de Plaza de Mayo le entregaron a León Gieco el Pañuelo Blanco que es su máxima distinción. Fue en el ECuNHi, la casa de educación y cultura que las Madres levantaron en la ex Esma.


 La primera entrega de pañuelo sin Hebe de Bonafini fue con la música de León, una fiesta  con su guitarra y su armónica en un concierto íntimo, pero ante una multitud que desbordó el salón mayor del lugar. Allí repasó algunos de sus temas, de los nuevos y los de siempre, coreados por todos y todas. 

 Ni bien recibió el pañuelo, León se lo puso al cuello. Recordaron que la entrega estaba pautada mucho tiempo atrás, que Hebe así lo había pensado. Y que la leyenda "Aparición con vida de los desaparecidos. Asociación Madres de Plaza de Mayo" fue bordada hasta su fallecimiento por la Madre Rosita, Rosa de Camarotti, encargada histórica de esta labor.

las directoras del ECuNHi, Verónica Parodi y María de los Angeles Ledesma, el referente de Madres Demetrio Iramain y el periodista Gustavo Campana dieron la bienvenida. Hablaron de compromiso, de lealtad, de valentía, de militancia, de arte. Pero sobre todo agradecieron: "Si está León, si están las Madres, la primera palabra que aparece es gracias. Inevitablemente", reconocieron.

"León Gieco estuvo muchas, muchas veces con las Madres, pero recuerdo dos importantes. Una, cuando las Madres inauguraron la librería y café literario 'Osvaldo Bayer', que fue previo a la creación de la Universidad Popular, hoy e lucha. Otra, con el cambio de siglo. En 1999 Hebe y las Madres pasaron la Marcha de la Resistencia al 30 y 31 de diciembre. Y propusieron recibir el año 2000 en la Plaza de Mayo. Les dijimos: están locas, quién va a ir. Pero fue León, con Víctor Heredia, y se llenó de gente", recordó Iramain.  

 "Fui el primero en dedicarles una canción a las Madres", aseguró. Fue cuando en el año 80 regresó del exilio, y se dedicó a dar conciertos en pequeños pueblos del interior de país, en una suerte de exilio interno. Contó que el último tema, que hacía siempre con todos los invitados, era "Solo le pido a Dios", y que se lo dedicaba siempre a las Madres. Gieco recordó la reacción de la gente al escuchar nombrar "lo que todos sabían que existía, pero que no se podía decir". 

Y luego de varios recuerdos mas llegó el final colectivo, con María Elena Walsh y "Como la cigarra". El grito de "Olé, olé, olé, olé, León, León". La invitación al próximo 30 de abril, cuando las Madres cumplan 47 años de lucha. 

Cada entrega del Pañuelo de las Madres es una forma de agradecer el trabajo realizado, reconocer el compromiso, la trayectoria de vida de diferentes referentes del arte, la cultura, la política, la academia. Es el símbolo más importante de las Madres, "símbolo de lucha, de resistencia, de amor y de compromiso con la Patria", explicaron en la entrega del pañurelo a León Gieco.

La historia de la entrega del pañuelo, recuerda Demetrio Iramain en diálogo con Página/12, comienza de algún modo en 1998, cundo la banda irlandesa U2 vino a Buenos Aires, y Bono invitó a las Madres al escenario. "Ese mismo día se había intentado anular las leyes de Punto Final y Obediencia Debida en el Congreso, había cierta esperanza. Pero finalmente ni siquiera lograron el quorum, ni las dejar entrar al Congreso a las Madres. En el medio cambiaron anulación por derogación, de modo que cualquier cambio operaba hacia adelante, no en lo ya actuado. Después de ser tan maltratadas, el mismo día, U2 las invitó al escenario en River, mientras cantaban "Mother". Fue un momento muy fuerte. Y Hebe, sin que sea planeado, se saca el pañuelo y se lo da a Bono. Fue la primera vez que, espontáneamente, las Madres entregaron el pañuelo. A partir de ahí, instituyeron la entrega como su mayor símbolo", repasa.

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