

Ese día, 4 de Setiembre de 2014, el mundo de la música se detuvo .
Cerati falleció a los 55 años recién cumplidos y tras 52 meses de internación. Su proceso había iniciado con un ACV que sufrió el 15 de mayo de 2010, al terminar un concierto en Venezuela, donde presentó el disco Fuerza Natural
"Gustavo no se va" sigue resonando aún hoy desde aquella noche del 4 de setiembre en la que enormes coros de fans fueron a despedirlo en Buenos Aires.
Andrés Calamaro dijo: "Hay una estrella más en el cielo. Te recordaremos siempre con intenso amor y gratitud, querido Gustavo".
El Estadio de Fútbol de la Universidad Simón Bolívar en Caracas sería el último destino de la gira ‘Fuerza Natural’ de Gustavo Cerati. El artista llegó a Venezuela el 14 de mayo de 2010. Ese día amenazaba con llover y había mucha neblina, tanta que a veces tapaba el escenario.
A las 9:00 p.m. (hora local) se apagaron las luces, volvieron a encenderse y allí estaba él, Gustavo Cerati, con su guitarra, su talento y su característica sonrisa dibujada en los labios. Bromeó sobre el clima, la neblina, habló de las mujeres venezolanas y de Ricardo Montaner. El público estuvo eufórico de principio a fin y coreó más de 20 temas, la mayoría de su producción ‘Fuerza Natural’ y le regaló a los asistentes una versión de “A su merced”
Hasta la lluvia se rindió a sus pies. Luego de tocar la última canción de la noche y la última de su vida—, ‘Lago en el Cielo’, se desató una lluvia y una tormenta tenaz sobre Caracas.
Luego de permanecer internado durante un par de semanas en Venezuela, el músico, compositor y cantante nacido el 11 de agosto de 1959 fue trasladado en avión hasta Buenos Aires donde los estudios determinaron que había sufrido un extenso daño cerebral.
La biografía escrita por el periodista Juan Morris revela los detalles de las últimas horas de Cerati antes del ACV. Según el relato, la noche del concierto en la Universidad Simón Bolívar de Caracas, el 15 de mayo de 2010, era calurosa y la atmósfera espesa. Después de finalizar el show, mientras los integrantes de la banda organizaban la foto grupal, se dieron cuenta de la ausencia de Gustavo y alguien le gritó para que se uniera.
"Gustavo apareció a último momento y se paró atrás de Taverna. El primer disparo de la cámara salió sin flash, así que Samalea pidió que nadie se moviera y se volvió a subir a la silla para reprogramarla. Taverna se dio vuelta para decirle algo a Gustavo y lo vio pálido, con los ojos desorbitados.. '¿Te sentís bien?', le preguntó. Gustavo abrió la boca para responder, pero no logró articular palabras. Era como si los músculos de su mandíbula se hubieran quedado sin voz", relató Morris.
Después de la foto grupal, Gustavo caminó confundido hacia su camerino, donde Taverna lo encontró tirado en el sillón, con el saco a un costado, la camisa desabrochada y la boca entreabierta. Fue en ese momento que decidieron llamar a los paramédicos. Mientras tanto, Cerati se movía con dificultad, lento y sin poder hablar.
En 2006 los problemas de salud habían aparecido en un nivel peligroso. Ese año, una trombosis lo convirtió, según sus propias palabras, en "una bomba de tiempo".
Su último recital en la Argentina fue en diciembre de 2009, ante unas 25 mil personas en el Club Ciudad, donde había presentado su último disco, “Fuerza natural”.
Difícil es separar su carrera solista de la banda Soda Stereo que arrancó con tres pibes enloquecidos con la new wave y que desde los sótanos del Café Einstein a principios de los 80 conquistaron América latina sin que mediara una década.
Su carrera solista había comenzado cuando todavía la llama de Soda seguía viva pero languidecía en medio de las disputas internas, con el excelente Amor amarillo como piedra basal. Después de buenos discos como Bocanada y Siempre es hoy, repitió un éxito a la altura de Soda Stereo con Ahí vamos (cuando se volvió a meter en el habla popular con el verso "Qué otra cosa puedo hacer").
Cerati fue además una fuente de inspiración para artistas que la volcaron en sus propios versos, fue una usina de canciones que otros tomaron e hicieron propias, para mantener viva tanto su obra como su memoria.
El inmenso legado artístico de Cerati, su idea estética y su estado de búsqueda permanente son elementos que seguirán impregnando la música popular, no sólo argentina, y su recuerdo se renovará constantemente.