

Otro eje central de la batalla reaccionaria -disfrazada de anti "woke"- de Milei en Davos fue la arremeter contra las reivindicaciones del movimiento feminista, torciendo realidades y argumentos. "El feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad y aún en su versión más benévola es redundante, ya que la igualdad ante la ley ya existe en Occidente", sostuvo Milei desconociendo las diferencias entre hombres y mujeres, por ejemplo, en el acceso a la justicia o al mundo laboral.
Milei aseguró que el "feminismo radical" busca "privilegios" y enfrentar a la sociedad y se animó a poner como ejemplo los casos de femicidio. "Al punto de normalizar que muchos países supuestamente civilizados si uno mata a la mujer se llama femicidio, y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre solo por el sexo de la víctima. Legalizando, de hecho, que la vida de una mujer vale más que la de un hombre".
El Gobierno desconoce el crimen de mujeres por violencia de género como problemática social, eliminó el Ministerio de la Mujer y cerró el programa Acompañar, que daba a las mujeres herramientas para poder salir de situaciones de violencia doméstica. El vocero Miguel Adorni llegó a decir, a fines de diciembre, que los femicidios habían bajado un 10 por ciento en 2024; pero según registros independientes como el Observatorio Contra la Violencia Patriarcal Lucía Pérez, fueron 316 los femicidios en 2024 y 184 niñeces quedaron huérfanes de madre.
La posibilidad de eliminar la figura de femicidio sería una decisión de la Casa Rosada y el Congreso de retirar al Estado totalmente del reconocimiento de este drama social. El Congreso aprobó la figura de femicidio en noviembre de 2021, tras una largo tratamiento que la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad en revisión. Desde entonces, los homicidios considerados como violencia de género, contra mujeres o personas trans, elevan la pena máxima por homicidio, entre 8 y 25 años, a la pena de reclusión perpetua.
El discurso de Javier Milei en Davos, es una posición que siempre expresó y que ahora se va a materializar con un proyecto de ley que ya tiene denominación. El texto, “de igualdad ante la ley”, va a impedir que existan cupos específicos en el ámbito legislativo y judicial y modificará normativas como la Ley Micaela.
El proyecto lo está elaborando presidencia y será debatido en sesiones ordinarias. Hasta el momento, a la gestión libertaria no le importa si los votos están o no: aseguran que tienen la necesidad de explicitar su agenda en una ley, independientemente si consiguen respaldo o no.