

Después de varios meses de especulaciones y operaciones cruzadas, el secretario de Medios, Eduardo Serenelli fue eyectado de su cargo. El ex periodista estuvo durante poco más de un año en la cuerda floja, cuestionado por su mala gestión al frente de la secretaría que se encuentra bajo la órbita de la hermana presidencial, Karina Milei.
La decisión se tomó este martes tras una cumbre en la Quinta presidencial de Olivos, donde el presidente Javier Milei recibió al ahora ex secretario para acordar las pautas de su renuncia. El ex funcionario alegó «motivos personales» para dejar su cargo en el marco de una rivalidad indisimulable con el vocero presidencial Manuel Adorni, quien logró acaparar todo el manejo de la comunicación gubernamental.
Toso bajo la sosopecha de negociados con agencias de publicidad privadas que comercializan pautas de empresas privadas y públlicas con "exclusividad" para difundir ciertas marcas del estado nacional con pagos millonarios a medios y empresarios que no comulgaban con la línea libertaria. Lo que se sabía es el gobierno había reactivado la pauta oficial sólo a través de AFIP, YPF, Banco Nación y Aerolíneas Argentinas.
Además, dentro de Balcarce 50 sospechan que el ex funcionario se vendía a sí mismo como un hombre de extrema confianza con el presidente, instancia que nunca -siquiera cuando fue convocado desde el principio- ocurrió. En tanto, no son pocos los que creen que Serenellini aprovechaba este argumento para «pasar la gorra» (SIC) entre algunos empresarios.
A pesar de que Serenellini intentaba mostrar lo contrario en las numerosas reuniones que encabezó con diferentes agentes del espectro político y social -la última fue con la Sociedad Rural en Casa Rosada en medio de los reclamos por la baja de las retenciones-, lo cierto que su injerencia dentro de la gestión era nula.
Con la salida consumada, dentro del gobierno todavía no tienen en claro qué harán con la Secretaría, que aún resguarda el cargo del subsecretario Javier Lanari. En el oficialismo creen que la misma será absorbida por Adorni, quien pasará a estar cada vez más empoderado dentro de una gestión que disputa internamente el manejo de la información en la que Santiago Caputo también se anota.