

El fotoperiodista, quien resultó herido en la represión policial durante la marcha de jubilados frente al Congreso el pasado 12 de marzo, continúa en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía. A pesar de que su estado sigue siendo crítico, la familia informó que en las últimas horas reaccionó al contacto con sus seres queridos.
“Me saludó, me dijo ‘¡hola, viejo!’. Yo estaba hablando con él como si fuera un nene, entonces me saludó y me apretó la mano (...) Fue fantástico”, relató Fabián Grillo en diálogo con C5N. Aunque los médicos piden cautela, el hecho de que el reportero gráfico haya logrado identificar a su padre y responder verbalmente representa un avance en su recuperación.
Según explicó su padre, el personal médico le advirtió que la situación “sigue siendo grave y delicada”. “Puede haber alguna reversión, pero por ahora es asombroso el avance que tuvo. Sigue sin respirador, pero no quita que alguna vez lo necesite”, detalló.
El fotoperiodista sufrió pérdida de masa encefálica debido al impacto del proyectil, lo que generó preocupación sobre la posibilidad de secuelas a largo plazo. Sin embargo, en la última jornada logró mantenerse sin asistencia mecánica respiratoria, un punto clave en su evolución.